Viajamos a lugares imposibles, sitios donde difícilmente encontrarás otro turista. Estos son los destinos más inaccesibles del planeta
ISLA ALEJANDRO SELKIRK (CHILE)
El nombre oficial de esta pequeña isla ubicada en el archipiélago Juan Fernández se debe al marino escocés cuya vida solitaria en la isla principal del archipiélago inspiró la novela Robinson Crusoe, de Daniel Defoe. Pero todavía hoy se le conoce por su otro nombre: Masafuera, que dice mucho más acerca de su inaccesibilidad. La isla Alejandro Selkirk se halla a unos ochocientos kilómetros de la costa central de Chile. Tiene una historia oscura como presidio político. Afortunadamente, esos tiempos terribles ya pasaron. A Alejandro Selkirk solo viaja un barco unas pocas veces al año con provisiones para los pescadores y familias que se asientan allí durante temporadas de unos siete meses para la pesca de la langosta. En la isla hay 26 casa y, más apartado, un refugio de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). En este refugio pasó unos días el escritor americano Jonathan Franzen. Aprovechó para esparcir las cenizas de su amigo, el también escritor David Foster Wallace, suicidado en 2006.
ALERT (CANADÁ)
Alert es un asentamiento a poco menos de 817 kilómetros del Polo Norte y tiene el honor de estar considerado como el asentamiento humano permanentemente habitado más septentrional de la Tierra. Sólo cuenta con seis habitantes que ocupan una base militar y también una estación meteorológica del Servicio de Meteorología de Canadá. Sus vecinos más próximos se hallan a 2.092 kilómetros. Quebec queda a más de 4.000 kilómetros de distancia. Además de remoto, es un lugar bastante inhóspito, cubierto de nieve diez los doce meses del año y cuya temperatura máxima se alcanza en julio: poco más de 3 grados, que deben ser una delicia comparados con los 40 bajo cero que se suelen alcanzar en invierno. ¿Ventajas? No te va a faltar tranquilidad y espectaculares auroras boreales.
TEPUY RORAIMA (VENEZUELA)
Cuesta lo suyo llegar hasta este remoto lugar. Y es que más que kilómetros, parece que tengas que retroceder épocas, en concreto hasta el Precámbrico (más o menos, dos mil millones de años atrás). Se trata del punto más alto de las montañas tubulares que se encuentran en la gran sabana que comparten Venezuela, Guyana y Brasil. La mejor base para visitarlo es Santa Elena de Uairén (Venezuela). El trekking para llegar a su cima dura seis días y desquicia a muchos de los excursionistas que se atreven con la aventura. Entre las dificultades: lugares con nombre como el “Paso de las lágrimas”, frío y calor extremos, y lo peor, los puri puri, unos mosquitos terribles que se meten hasta por debajo de tus calcetines. ¿El premio? Llegar a uno de los lugares más antiguos del planeta. No por nada, este paisaje inspiró la novela “El Mundo Perdido” de Arthur Conan Doyle. ¡Ah! Y también la mítica película de Pixar, Up.
TUVALU (ANTIGUAS ISLAS ELLICE)
Este es uno de los lugares más remotos del mundo y también es uno de los más bellos. Tuvalu (o como se conocía antes, Islas Ellice) es un archipiélago situado al este de las Islas Solomon y posee una superficie, desperdigada entre pequeñas islas, arrecifes de coral y atolones, de 26 km2. Para imaginar lo remoto que está basta conocer cuáles son los países más próximos: Kiribati, Samoa y Fiyi, que ya de por sí, pueden entrar en esta lista con todos los honores. No es sólo uno de los países más inaccesibles; lamentablemente, con una altura máxima de 5 metros sobre el nivel del mar, también es uno de los lugares del planeta más amenazados por el cambio climático. La catástrofe para este pequeño paraíso parece ser inevitable.
ISLA MACQUARIE (AUSTRALIA)
En mitad de la nada, o mejor, entre Nueva Zelanda y la Antártida, se encuentra esta diminuta isla. Apenas un punto de tierra en el mapa, en la esquina suroeste del Océano Pacífico. Tal vez sea el Patrimonio de la Humanidad más inaccesible de todos. Recibió la mención en 1997 en reconocimiento a su importancia geológica. La isla está deshabitada. Sólo la ocupan los pocos científicos de la base ubicada al pie de la colina Wireless. Bueno, y, por supuesto, tambiém alrededor de 3,5 millones de aves (según datos de BirdLife International) con una colonia importante de pingüinos.
RAPA NUI (CHILE)
No sólo uno de los lugares más remotos del planeta, también uno de los más misteriosos. Cierto que el turismo ha hecho más fácil llegar a esta pequeña isla de la Polinesia; pero no por nada la isla era conocida como Te pito o te henua: “el ombligo del mundo”. Está a siete horas de vuelo desde Santiago de Chile y dada su singularidad histórica se considera “territorio especial” de Chile. El punto continental más próximo a la isla está a más de 3.500 kilómetros de distancia. Los moais son su símbolo más importante: la fascinante manifestación cultural de una antigua cultura y hoy Patrimonio de la Humanidad.
ITTOQQORTOORMIIT, GROENLANDIA
Si ya Groelandia no es un destino al que llegar fácilmente, imagina ser la población más remota del país. Ittoqqortoormiit fue fundado en 1925 por unos pocos colonos y a ella sólo se puede llegar en helicóptero y con barco, y no todos los meses del año. Hay unas 500 personas viviendo aquí, entre osos polares, ballenas, morsas y zorros polares. En primavera, cuando las temperaturas se alejan de los 60 grados bajo cero, llegan algunos afortunados viajeros de cruceros y otras embarcaciones que paran a hacer excursiones para conocer este bello paraje natural.
TRISTÁN DE ACUÑA
Este archipiélago británico está considerado como la isla habitada más remota del mundo. Está a 2.173 kilómetros al norte de Santa Elena, otra isla que a su vez está a 1.800 kilómetros de distancia de la costa occidental de Angola. Así que imaginad que además de remoto, el lugar es uno de los más inaccesibles del mundo. ¿Y que hay aquí? Pues una única ciudad llamada Edimburgo de los Siete Mares, donde viven las 302 personas que habitan la isla. Un lugar así esconde varias curiosidades: sólo hay ocho apellidos diferentes; debido a la endogamia son habituales algunas enfermedades genéticas como el glaucoma (eso sí, no hay resfriados); tienen un consumo medio por persona y año de 50 litros de whisky.
SVALBARD (NORUEGA)
A medio camino entre Noruega y el Polo Norte, encontramos este lugar que pese a lo remoto, ha atraído a muchos viajeros durante años. Y no es para menos teniendo en cuenta la extraordinaria belleza de los paisajes de este archipiélago en el que viven unas 3.000 personas. Su capital es Longyearbyen y se enorgullecen de ser los habitantes situados más al norte del mundo. La ciudad se asienta sobre suelo permanentemente helado y más de la mitad de su territorio son glaciares, con lo cual las infraestructuras necesarias para vivir aquí son complejas. Aún así, Svalbard es un "Destino Sostenible Certificado" al que es fácil de llegar, ya que cuenta con aeropuerto internacional. Aquí el único peligro son los osos polares, los verdaderos reyes del lugar. Una curiosidad: es el enclave del Banco Mundial de Semillas, algo así como un gigantesco almacén en el que se guardan semillas de miles de plantas de todo el mundo por si hay que usarlas en caso de hecatombe mundial.
CAYO CHACHAUATE (HONDURAS)
Desde Sambo Creek, un pequeño núcleo garífuna a 15 kilómetros de La Ceiba, salen algunas lanchas hacia Cayos Cochinos, el último Edén del Caribe. Los garífuna están considerados como el único grupo étnico descendiente de africanos que nunca fueron esclavos, ya que antes de llegar a serlo naufragaron (y paradójicamente, liberados) y acabaron mezclados con indígenas del Caribe. Desde entonces, son los habitantes de estos mares. Cayos Cochinos forma parte de la Islas de la Bahía, de Honduras; pero no reciben tantos viajeros como Roatán o Utila (auténticos paraísos del buceo). Entre otras cosas porque cayo Chachauate está a una hora en lancha y apenas cuenta con cuatro cabañas muy básicas donde dormir. Eso sí, no hace falta mucho más para disfrutar de este auténtico paraíso de aguas turquesas.
Fuente: nationalgeographic.com.